lunes, 23 de mayo de 2011

Sólo vive...


     El ser humano peca por sus propias barreras, son ellas las que no le dejan ver la simplicidad de las cosas y es la mente con su gran poderío la que se encarga de llevar todo a los extremos cuando las respuestas a nuestras preguntas están frente a nuestros ojos.

     Somos especialistas en ver lo que no es como “debe ser” en la vida, sin darnos cuenta que la vida no tiene deber ser, la vida simplemente es y para vivirla solo debemos dejar de pensar en el deber y el porque de las cosas.

     Vivimos siendo prisioneros de nuestros propios sueños frustrados. Sueños que en realidad suelen ser ajenos a nuestras verdaderas querencias, porque por más que se quiera esos sueños suelen ser tomados de otras vidas.

     ¿Y qué pasa cuando estos sueños nos son imposibles?

     Comenzamos a vivir en base a una batalla perdida que nos marca de por vida, que nos ciega, que nos estanca, que nos fulmina y nos acaba, sin darnos cuenta de que los sueños no se acaban y el hecho de no alcanzar uno no significa que todos los demás terminen de la misma manera.

     Es en este punto en el que se encuentra toda persona, porque aunque parezca increíble todos pasamos por esta etapa y la gran mayoría no logra salir nunca de ella. Ignorando que solo hace falta dejar las exigencias de nuestra mente de lado y simplemente vivir, pues la vida te dará lo que quieres sin presiones y te enseña que lo que llega sin ser esperado es más apreciado y cuidado que eso que anhelamos tanto y tras conseguir y disfrutar por un corto lapso de tiempo termina tirado en un rincón de nuestros días, cual juguete viejo.

     Sólo vive…

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