miércoles, 15 de junio de 2011

Fíjate, siempre hay compañía y uno no se da cuenta...


  ¿Sabes ese sentimiento de querer un abrazo que no se acabe? Así me sentí hoy hasta que me dijeron:

- “Fíjate, siempre hay compañía y uno no se da cuenta”

   En ese instante escuche de fondo “Headshot” (los que alguna vez jugaron Counter Strike saben que significa) y reí, porque me di cuenta de lo tonto de mi comportamiento ya que hay tanta compañía allí fuera esperando que la vea, esperando ser correspondida!
     La mente, en su afán de no ser desechada te arrincona en sitios oscuros, en recuerdos, en falsas necesidades.
     Mi día comenzó algo gris, mire a mi lado y no había nadie, extrañe un abrazo, un cuerpo, una almohada babeada, extrañé la compañía que alguna vez tuve. Y mi mente comenzó a atacarme, paso todo el día recordándome lo que se había ido y yo distrayéndome para contrarrestar sus movimientos. Pero siempre llega la noche y todas las actividades se detienen, quedas sólo contigo mismo frente a una ventana con mil personas que simplemente están allí pero no están contigo.
     Así estaba, con música de fondo, con algo de compañía pero encerrando lo que sentía, porque para eso el ser humano es fiel, para encerrarse y compartir todo menos lo que de verdad debe.
     Sentí nostalgia, pero no por una cara, recordaba lo que yo era cuando todo estaba bien, cuando sabes que hay alguien allí, sin mas.
     Se que conocen ese sentir, todos alguna vez lo experimentan, ese bienestar que te proporciona la compañía, pero no la compañía física, no el sexo, no el abrazo que tanto deseaba, sino el sentimiento que viene con él.
     Por un momento me cegué ante la realidad, hay un montón de rostros dispuestos a regalarte sus palabras, a hacerte sentir acompañado, a alejar la soledad y no los vemos, no les damos la oportunidad de acompañarnos y olvidamos que todos son presas del mismo sentir y que no sólo puedes encontrar quien te escuche sino que también siempre habrá quien te entienda! Porque es eso lo que nos aleja a veces de la idea de buscar compañía, saber que pueden leernos o escucharnos pero pensar que no sabrán entendernos.
     Me causo gracia, pues alguien me dijo: “tienes cosas de mujer” acompañado de manera inmediata por unas disculpas a ese comentario. Es la verdad, nunca me he visto como todos los hombres, pero me siento bien siendo así. Me siento bien por ser sincero conmigo mismo al saber que buscar una presa para mi cama no es más que buscar un placer momentáneo, algo que no está mal de vez en cuando, pero que sé, no llenara lo que es verdaderamente importante.
     Hoy te extrañé y así será de vez en cuando por el resto de mi vida, es lo que tiene sentirse como me sentí, es lo que tiene ese sentimiento que intente explicar allí arriba, siempre lo recuerdas, así pasen años y como el ser humano tiende a asociar ese sentimiento a un porqué, recordar lo que sentiste vendrá acompañado de esa fuente que te lo dio.
     Pero, no me permitiré olvidar que siempre hay compañía para mí, esperando por mis palabras y también por mis oídos. Es una de las cosas bonitas que tenemos como humanos, cuando alguien nos regala su ser nos permitimos darles algo del nuestro.
Por eso..
- “Fíjate, siempre hay compañía y uno no se da cuenta”
    

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